9 de noviembre de 2011

Experiencia: Un cambio


El año pasado, un programa de televisión estuvo en Alicante grabando un documental gráfico sobre las personas sin hogar en España. Algunos de las personas que salieron eran usuarios del CEA que contestaron a preguntas sobre qué eran antes de estar en la calle, cómo se sentían, cómo habían llegado a esa situación y de qué forma lo sobrellevaban.

Hubo una mujer, en Barcelona, que vio el programa y decidió llamar a la cadena en cuestión para que localizasen a uno de los entrevistados. La mujer le ofrecía vivir con ella y su familia, comida y un sueldo a cambio de que trabajase para ellos como “personal de mantenimiento”: pintar paredes, cambiar bombillas, labores de marquetería y demás cosas que se precisasen. Para ello, debería trasladarse a Barcelona, aunque los costes de transporte también correrían a cargo de la familia.

La televisión regresó a Alicante para grabar la historia desde que encontraban de nuevo al hombre hasta que se reunía con la familia en Barcelona, y, Cruz Roja, desde la unidad móvil del CEA fue la encargada de ir al lugar donde el hombre vivía para recogerle.
El hombre vivía en una cueva, así que el equipo le recogió allí, lo llevó al CEA donde se aseó, se le dio ropa y se despidió (parte que no está grabada por mantener el anonimato de los demás usuarios). En la televisión nunca salió que este hombre había pasado momentos tales de carencia que había llegado a estar alimentándose de carne de gato salvaje por no tener nada más a lo que recurrir. Sobre esta práctica, que sé que puede resultar sorprendente a priori (a mi me sorprendió mucho la primera vez que tuve noticias de ella) he de decir que no es tan poco común. Muchos de los usuarios con los que me he encontrado después han confesado hacerlo e incluso tienen “técnicas” de cocina de tratamiento de la carne para que no sea tan dura al comerla. Quizá os preguntéis por qué os cuento esto, “pobres animales”… bueno, lo cuento para invitaros a pensar a qué punto debieron llegar, cuál sería la carencia de alimento para llegar a esos extremos.

Continúo con la experiencia del hombre. Una vez preparado, la unidad móvil lo llevó a Renfe donde cogió el tren hacia su nuevo destino, su nueva vida, o, como él mismo lo denominó, “una gran oportunidad que no dejaría perder”.

Éste hombre, de poco más de 50 años, encontró un nuevo camino. No se puede saber qué llevó a la mujer a llamar a la cadena, no se puede saber por qué él y no otro de los que aparecieron en el programa, lo que sí podemos saber es que, una llamada cambió todo el rumbo de la vida de alguien y, es una experiencia que me gustaría compartir con vosotros. Por eso la dejo aquí. He tratado de buscar el vídeo de la noticia, ya que salió en los informativos, pero ocurrió sobre abril del año pasado y no he dado con él. Si más adelante lo encontrase, lo colgaría.

1 comentario:

  1. Desde luego fué una suerte para este señor ser elegido y deseo que le haya ido bien en su destino y que sinceramente fuera la oportunidad de su vida. Barcelona, como gran ciudad, tiene de todo y también en ella muchísimas personas sin hogar, adjunto el link de un reportaje de hace unos años que deja unas cifras escalofriantes.
    http://vimeo.com/2288902

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